El mes más entrañable del año para muchas personas ¡ya está aquí!
Ya han pasado tres navidades aquí en el blog, el tiempo pasa rápido, demasiado rápido a veces. Aún recuerdo los nervios que pasé escribiéndo mi primer post navideño (poquillos más había escrito antes) ¿me leería alguien? ¿quién vería mis fotos? ¿sería la forma correcta?
No sé si a los que tenéis blogs os pasó lo mismo con vuestros primeros posts. En mi caso, la navidad del 2010, vino cargada de cambios, de sueños, de ilusiones, de nervios, de inseguridad y de muuuchas horas de trabajo. De las doce uvas que me comí en Nochevieja 2010, ocho, contenían deseos relacionados con eso que llaman emprendimiento.
Dos años en los que no han habido, ni los hay, dos días iguales, y dos años que no cambiaría por nada. La gente que me rodea, por fortuna sigue siendo la misma, pero además, sea por el medio que fuere, esta aventura me ha llevado a conocer a personas realmente EXTRAORDINARIAS. Personas que me han aconsejado, ayudado, animado y sobre todo me han enseñado. Personas que cuentan con toda mi admiración (difícil enumerarlas) y con las que pasaría horas y horas. Por desgracia, esta vorágine del jabón, no me deja apenas tiempo para estar ahí todo lo que me gustaría (hay tantas cosas que debería-necesitaría-desearía hacer...).
Muchos son los planes a corto, medio y largo plazo, planes que paso a paso se van llevando a cabo, y muchos que se llevan parte de mi energía ¡todo sea por seguir siendo jabonera de aceite de oliva de mi tierra! ¿Que no sabéis de dónde soy y dónde estoy? Estoy en la Estación del Tren (de peque me llamaban la niña de la estación, ¡y es que sólo estaba yo!), en Huétor-Tájar, en el Poniente de Granada (donde se produce un aceite de oliva virgen extra exquisito, y del cual nacen mis jabones), en Granada, en Andalucía, en España....
Esto, ya hace que Diciembre, sea un mes bonito. Un Diciembre convertido en pastel con una gigante guinda, que son las personas que cada día y desde la distancia, confiáis en mis productos, en mi trabajo y en mi persona (¡perdonad que os convierta en una guinda gigante!).
Os deseo, un bonita navidad, la navidad que os apetezca vivir. Todos deseamos que este 2013 sea un poquito mejor que el anterior (es una frase hecha, que en estos momentos cobra mucho sentido) y si le agregamos limón y sal ¡seguro que nos lo bebemos del tirón!.
Yo espero seguir por aquí, hablándo de aceite de oliva y de jabón ¡Me quedan muchas cosas por contaros! y me encantaría que vosotros estuviérais ahí para acompañarme.
