Boda en Riofrío (Granada)

Los Jardines de Riofrío fue el lugar elegido por Manuel e Isa para celebrar su ceremonia civil y su cena íntima. Una celebración cuidada hasta el más mínimo detalle para ofrecer lo mejor a sus invitados. El lugar no pudo ser más acertado, vegetación, coquetas acequias, orquídeas, fuentes, glorietas, y una mágica carpa con espectacular iluminación del Bosque de Bambú, Puente de la Fortuna, Puente de los Deseos, y todo con vistas al río de Riofrío.

 


Isa y Manuel son de mi pueblo, tengo el gusto de conocerlos, y tuvieron la suerte de poder oler, tocar, y ver en directo todos y cada uno de los cambios que hicimos.

Optaron por envoltorios en dos colores, y dos clases de jabón: el envoltorio rosa contiene un magnifico jabón de aceite de oliva y madreselva; el envoltorio rojo contiene un magnífico jabón de aceite de oliva y cítricos con un toque de almizcle. Todos adornados con una fina cinta de encaje, y una etiqueta ovalada con borde ornamental. Las distintas barras de jabón, iban adornadas por la parte superior por pétalos de rosas rojas, y petalos de clavel rojo.

Los peques que asistieron al evento no iban a ser menos, y también tuvieron su particualar recuerdo de bodas, un bálsamo reparador de naranja-chocolate, con el nombre de los novios... fue la boda de los detalles.

En compañía de mi madre, fuí a llevar a Los Jardines de Riofrío, los jaboncitos que tanto tiempo llevabamos preparando ( lo que pudimos sudar aquella tarde....). Para presentarlos, optamos por un pequeño frutero de dos pisos, que adornamos con cintas de encaje en blanco roto. Cuando llegamos a la carpa, aún estaban montando las mesas, preguntamos por la mesa de los novios y nos dijeron "es aquella, la que está en medio de las demás mesas de invitados", un detalle que nos pareció muy bonito y que vuelve a hablar de la intimidad y cercanía de su boda.
En esta boda, los protagonistas principales no fueron solo los novios, y ellos encantados de ello, pues tuvieron la gran suerte de compartir ese día tan especial con sus dos hijos Mario y Pablo. Dos traviesos pequeñines, mellizos, que seguramente, fueron las estrellas de la noche.

Isa quería que el nombre de sus niños estuviera presente en las etiquetas del jabón.Cuando elegimos los ingredientes fuimos pensando cuales serían los ideales, y fuimos asignando un ingrediente a cada uno de ellos: Los aromas representaban a Isa, frescos, chispeantes, alegres, y cuidadosamente elegidos; El aceite de oliva representaba a las mil maravillas a Manuel; y para representar a Pablo y Mario, elegimos el azúcar de caña, dulce, inocente, divertida, y con gran poder. Y así fue como fue tomando forma la etiqueta trasera, donde cada invitado pudo saber el por qué de cada ingredientes, y llevarse un bonito recuerdo de cada miembro de esta joven familia.

La felicidad en esta familia está asegurada, y solo puedo decirles desde aquí, que deseo que continue por muchos años.... ( En estos momentos, esa felicidad estará más que fresquita, bañándose en las playas de Mallorca).

Espero que os haya gustado esta boda, tanto como me gustó a mí.